El día que mi marca personal despidió a mi jefe
Y cómo puedes construir la tuya como lo hacen los grandes.
Actualmente estoy cursando una formación online para emprendedores.
Me está resultando más práctica que cuatro años de universidad.
El caso es que, entre los alumnos, suele salir esta pregunta:
¿Debo crear primero mi producto o empezar creando contenido?
Y cada vez que la escucho siento una fiera dentro de mí con ganas de activar el micro y gritarles: ¡Crea contenido, insensato! ¡Primero crea una marca personal!
Cuando era asalariado
Tiempo atrás, antes de emprender, en los albores de la pandemia, me ganaba el pan haciendo reportajes para un programa de la tele.
En televisión hay programas y programas. Y este no estaba tan mal.
Sinceramente, mi primer año allí fue de mis mejores épocas como periodista asalariado.
El ambiente con los compañeros era inmejorable, los contenidos que hacíamos eran educativos —causaban un impacto positivo— y las condiciones, sin ser espectaculares, no estaban mal.
Vamos, un oasis en el desierto de la tele (así lo llamábamos de broma).
Pero tras un año allí, todo cambió de repente.
Dos buenas compañeras se fueron tras un encontronazo con los jefes.
Y el siguiente en la lista fui yo.
De repente, mi jefe empezó a comportarse como un padre frustrado que grita a su hijo, no por lo que ha hecho, sino por la rabia que arrastra de otros fracasos en su vida.
A día de hoy sigo sin saber por qué, pero mi presencia le empezó a molestar.
Durante varios meses el ambiente en el trabajo se enrareció.
Finalmente, bastante hastiado y sin comprender qué estaba pasando, me fui de allí, con la cabeza alta, alegando que mi dignidad estaba por encima de cualquier jefecillo de poca monta.
Yo aún no lo sabía, pero en aquel momento nació mi marca personal.
El día que decidí priorizar mi bienestar por encima de un trabajo que ya se había vuelto tóxico, gané lo más valioso: confianza en mí mismo.
Si permitimos que nos pisoteen, que nos falten al respeto y nos manejen como títeres, no solo perdemos la confianza de los demás, perdemos también la nuestra que es la más importante.
La confianza es la prioridad
Después de aquella anécdota seguí trabajando en la televisión durante varios años.
Pero ese evento fue el punto de partida de un nuevo rumbo profesional. Ahí mi camino se bifurcó para llegar hasta donde estoy, por eso siempre estaré agradecido al jefe abusón.
Ahí empecé a forjar mi autoconfianza.
Años después, una vez abandoné los medios de comunicación, sabía que esa confianza iba a ser clave para mis proyectos emprendedores.
Sin embargo, la autoconfianza, por si sola, no es suficiente. Hace falta que otros también confíen en ti para poder generar ventas.
Imagina que eres escritor o escritora y que una parte de tus ingresos viene de dar talleres de escritura para jóvenes de instituto. En ese caso, necesitas establecer contacto con la persona al mando de cada instituto. Tienes que generar confianza a esa persona. Y finalmente, si todo va bien, ganarás un nuevo cliente.
En internet pasa igual. Necesitas que la gente te vea, te conozca y confíe en ti.
Para generar confianza solo hay una receta:
Exponerse.
Si te expones en plataformas digitales estarás creando tu marca personal. Cuanto más te expongas, más fuerte será tu marca.
Hoy en día es imprescindible exponerse si quieres que la gente te pague por tu proyecto artístico o emprendedor (ya sea una newsletter de pago, un ebook, un curso online, consultorías, etc.).
La gente NECESITA conocerte antes de comprarte.
Primero se crea el personaje, luego el producto.
Cómo exponerse sin morir en el intento
Esta es una metodología inspirada en uno de mis creadores anglosajones de referencia, Dan Koe. Si dominas el inglés, te recomiendo que le escuches porque es el Capo di Capi.
Si no, no te preocupes, yo te traigo sus mejores ideas masticadas y pasadas por mi filtro.
El concepto, creado por él, del que te voy a hablar se llama la Matriz de Confianza.
Dicha matriz se fundamenta en tres acciones de impacto:
1. Crecimiento
Los grandes creadores dominan el arte de pasar de la idea a la acción con una fluidez que parece instintivo, pero es puro entrenamiento.
Cuando perciben una idea en la que confluyen los factores de "rendimiento" y "entusiasmo", dejan todo lo que están haciendo y la anotan donde sea.
Rendimiento
Se da en la idea que tiene potencial de "funcionar". El creador reconoce la posibilidad de articularla de forma atractiva.
Emoción
La idea, sencillamente, le genera emoción al creador. Le provoca interés genuino.
Generalmente, una marca personal es una colección de estas ideas. Las que más te atraen e inspiran.
Usando este método, las ideas no se buscan, se detectan. Están en todas partes: en un libro, un podcast, una charla cualquiera... Solo necesitas entrenar tu atención.
2. Autenticidad
Pero las ideas por sí solas no hacen mucho.
Dos personas pueden compartir lo mismo y que un post tenga éxito y el otro no.
Aquí es donde entra en juego la marca personal.
Para construir una marca personal auténtica y reconocida, necesitas:
Exponerte consistentemente
Compartir tu historia y misión
Polarizar (con humor y ética)
El primer punto es dar la cara durante suficiente tiempo. El segundo es explicar, sin medias tintas, quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. El tercero es el más olvidado, pero igualmente importante, lo explico en pocas palabras:
Necesitas dar razones a la gente para estar muy en desacuerdo contigo y, por tanto, que otros estén muy de acuerdo.
Esta es la parte difícil de exponerse. Pero quédate con esta frase:
Si gustas a todo el mundo, no gustas a nadie.
3. Autoridad
Actualmente la mejor manera de construir una marca personal y una comunidad digital es crear un negocio de educación online.
No te asustes. Esto puede ser tan sencillo como escribir un ebook donde enseñes a otras personas a hacer algo específico que les resulte útil.
A partir de ahí, las posibilidades son infinitas.
Cuando compartes una habilidad con otros y les ayudas a mejorar, no solo te escuchan: te admiran, porque los estás transformando.
Así se construye la autoridad.
Cómo monetizar tu marca personal
Hay muchas maneras. Como he dicho antes, un ebook es una buena opción para empezar a construir marca personal.
Otra es hacer sesiones 1-1 donde ayudes a la otra persona con un problema concreto que tú domines.
Luego están las newsletters de pago, los cursos online, etc. Pero al principio, es mejor empezar por algo más sencillo.
Además, monetizar ayuda a construir confianza en tu marca. Tus clientes se convertirán en miembros activos de tu comunidad, prestando más atención a todo lo que publiques.
Aquí la clave es dar la cara de forma consistente. Nada de esto te funcionará si de repente desapareces dos meses sin avisar.
Construir una marca personal y una comunidad digital es sacrificado, que nadie te venda lo contrario. Ahora, los frutos que da son deliciosos.
Espero y deseo que este artículo te sirva de ayuda y te ponga en marcha para construir tu marca personal.
Estoy abriendo la puerta a hacer sesiones estratégicas 1-1 con creadores que quieran ganar claridad con su proyecto. Si necesitas orientación y herramientas prácticas para sentar las bases de tu marca y comunidad online, escríbeme por privado.
→ Pase lo que pase, sigue creando.
Es interesante ver cómo los acontecimientos de la vida nos llevan a tomar decisiones y distintos caminos. Te deseo lo mejor en esta etapa como emprendedor.